La protagonista de hoy es una crack! Toca el txistu, monta a caballo en cuanto puede, va a la piscina del camping donde veranea…pero no por esto es una crack, sino porque los retos que se le plantean, ella los coge, los tritura, los digiere, y los lleva a cabo!

Esta vez el reto planteado es mejorar la marcha dentro del agua. Sabía que se desplaza de manera autónoma en la piscina, que nada, que bucea….¿pero la marcha? Un poco más complicado para ella. Por esto, y gracias a su padre que le acompaña todos los días a terapia acuática y se mete en la piscina también con ella, nos hemos centrado en mejorar dicho aspecto, e intentar extrapolar el trabajo conseguido dentro del agua, al contexto de fuera del agua.

ESPINA BÍFIDA

A modo de resumen, vamos a analizar los aspectos que podríamos trabajar en la piscina con personas con espina bífida. De todas formas, hay que puntualizar que los programas siempre serán específicos según las necesidades de cada persona.

Características importantes para tener en cuenta en Terapia Acuática

• Problemas motores, que variarán dependiendo del nivel de la lesión.
• Contracturas articulares que afectan la habilidad motriz.
• Posibilidad de una escoliosis pronunciada ( derivada de la asimetría en el desplazamiento). Y por lo tanto, puede verse alterada la función respiratoria.

• Problemas en la percepción: Consciencia de sí mismo y de otra persona, esquema corporal, percepción visual…
• Dificultad para la coordinación y destreza manual.
• Problemas en la cognición: lentitud en ciertos razonamientos de problemas.
• Capacidad sensorial disminuida.

En terapia acuática podemos abordar todos estos aspectos, siendo el objetivo principal el desarrollo de las capacidades físicas que hagan posible la independencia.

En el caso de Leire, nos hemos centrado en el desarrollo de la MARCHA, ya que consideramos que es un aspecto globalizador como desarrollo psicomotor.

He aquí un vídeo ilustrativo del trabajo que realiza Leire todas las semanas en la piscina.

Hasta la próxima entrada!!!